Rosa Silva Legacy:

Rosa para mí fue todo. Cuando ella partió, una parte de mí también se fue con ella. Mi esposa, mi amiga, mi mentora. Su amor, su fe y su sabiduría moldearon mi vida y mi ministerio. Fue ella quien me impulsó a predicar con pasión, a enseñar con claridad y a servir con humildad. Su presencia era un refugio y su apoyo, un tesoro. Sin Rosa, mi historia sería otra. Hoy sigo adelante con su legado en el corazón, honrando cada palabra, cada oración, cada gesto de amor que sembró en mí. Vivirá por siempre en mi vida y en mi llamado.

Tú has dejado un legado en mi vida, en nuestras hijas, en tu familia, en la iglesia, en la comunidad, en el país y en cada nación donde estuvimos juntos sirviendo a Dios. Aunque todavía no entiendo por qué tuviste que partir, doy gracias a Dios por haberme dado el privilegio de amarte y caminar a tu lado. Has dejado un legado generacional que nunca se olvidará. Tu voz, tus oraciones, tu fe y tu amor seguirán hablando a través de nosotros. Te honro hoy, mañana y siempre. Tu vida fue un regalo, y tu memoria es una inspiración eterna.

Proyecto Africa:

El ministerio Kittim Silva ha sido el motor detrás de un proyecto transformador en África Escuela Ágape Mitaboni, creando una escuela para enseñar a los niños los principios de Dios. Cada uno de ustedes ha sido una parte fundamental de este sueño, pero aún queda mucho por hacer, y seguimos contando con su apoyo. Este proyecto nació en el corazón de Dios y fue impulsado por el amor y dedicación de mi esposa, Rosa, quien, aunque ya no está con nosotros, continúa dejando su legado y bendición a través de este proyecto. Juntos, llevamos el amor de Dios a África, tocando vidas y transformando corazones.

Kittim Silva Ministry:

ha sido el motor detrás de un proyecto transformador en África, creando una escuela para enseñar a los niños los principios de Dios. Cada uno de ustedes ha sido una parte fundamental de este sueño, pero aún queda mucho por hacer, y seguimos contando con su apoyo. Este proyecto nació en el corazón de Dios y fue impulsado por el amor y dedicación de mi esposa, Rosa, quien, aunque ya no está con nosotros, continúa dejando su legado y bendición a través de este proyecto. Juntos, llevamos el amor de Dios a África, tocando vidas y transformando corazones.

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